En el rostro tenemos nada más y nada menos que 46 músculos, los cuales tenemos totalmente olvidados.
Un músculo sin actividad se convierte en un músculo sedentario lo que incrementará la acumulación de grasa y perdida la tonificación, igual que pasa con el resto del cuerpo.
En el rostro, esto se manifiesta con descuelgues y pérdida de tono, el óvalo facial se borra, aparecen las infames arrugas y perdemos ese aspecto juvenil que tanto nos gusta a todas.
Por eso, aunque los músculos de la cara sean más pequeños, necesitan igualmente ejercitarse, contraerse y estirarse para mantenerlos sanos, tonificados y atractivos.
El yoga facial es un tipo de práctica que, a través de la respiración y los estiramientos, consigue oxigenar todas las células del rostro, esto te ayudará a conseguir una piel bonita y de aspecto joven y radiante.
El yoga facial no tiene edad, porque tan bueno es curar como prevenir!!!
Practica con regularidad estos tres ejercicios, son tus tres primeros pasos en mundo del yoga facial.
Psss! También pueden ser para ellos.
Los tres ejercicios:
Borra las líneas de expresión.
Con la lengua, masajea por dentro las mejillas, justo en líneas de la sonrisa. Con movimientos lentos y fuertes recorre verticalmente la línea de expresión. Hazlo durante 10-15 segundos, descansa 5 segundos y pasa al otro lado. Repite 4 veces.
Tonifica y fortalece las mejillas y los pómulos.
Para mantener en perfecto estado el óvalo facial. Toma aire hasta inflar las mejillas y con los ojos bien abiertos, pasa el aire de un lado al otro por encima de los labios y devuélvelo por debajo, como cuando usas un enjuague bucal. Repetir 15 veces.
Fulmina las patas de gallo y las ojeras, además previene que aparezcan.
Haz dos uves un dedo en el lagrimal y el otro, como ves en la foto, en el rabillo del ojo. Cierras los ojos haciendo algo de fuerza y tras 8 segundos, ábrelos lentamente. Borrarás patas de gallo y desinflamarás bolsas y relajaras ojeras. También relaja la tensión de los ojos tras un día agotador.